{Sobre Mí}

Creo en la fuerza de la palabra, creo en las hadas y en los duendes, creo que el mundo puede ser mejor, creo en la magia y creo en mí.

El ser siempre la más alta y extremadamente flaca me hizo ser una persona tímida y con dificultad para relacionarme tanto con mis pares como con los mayores.

De ahí que el teatro y la personificación de diferentes personajes fue un excelente canal de comunicación: "He sido Militar, meretriz, abuela, niña, drogadicta, duende hada, etc.Un camaleón que puede cambiar de color"

Un día, sin darme cuenta, ni planearlo (como todo en mi vida), conocí el bello mundo de los títeres, de la magia que provocan en los niños y también en los adultos. Aprendí a darles vida, a entregarles una voz, una personalidad. Ellos eran capaces de tocar temas de interés para mí, como la contaminación de nuestro planeta, la discriminación y el abuso. Y lo más maravilloso de todo era que el público (niños y padres) entendían el mensaje, lo asimilaban, lo reflexionaban y finalmente adquirían el aprendizaje. Traspasando transversalmente cualquier edad..

Hablar de cuando llego al mundo de los cuentos es difícil, pero creo que el cuento y yo nos engendramos juntos. Mi padre, un gran soñador, fue el primer Cuentacuentos que conocí, luego mi madre con las historias de su infancia y siempre diciéndome: “Hija tú eres una princesita… una princesa de cuentos de hadas…”. Y finalmente Wally, mi abuelita. Una mujer alta, pero muy alta, fuerte y de voz poderosa, que cuando llegaba la hora de la jalea con yogurt se transformaba en lo que ella siempre soñó ser, una artista, actriz y Cuentacuentos. Ella que sólo con sus palabras lograba que yo viajara al campo, que hiciéramos un picnic con frutas y pancito con mantequilla, que olvidáramos que ella casi no podía caminar y corriéramos persiguiendo a las mariposas o buscando y espiando a un picaflor. Ella que en lecho de su muerte me decía: “Yo se Lorena que sólo tú me entiendes… por favor cuéntame un cuento…”

El cuento y yo crecimos juntos. Gracias a él puedo volver a mi infancia, conversar con un gorila, entrar en la casa de los ratones, conocer el secreto del viento, saber que existe una fábrica de sonrisas, ver la carita de un niño feliz y el rostro de un adulto al disfrutar sentirse niño otra vez, provocando en ellos recuerdos, sensaciones y emociones, solamente con la voz.

El Cuento es una mariposa de colores que nos llevará a volar con la imaginación y a recorrer lugares a los que jamás pensaríamos llegar.

¡Ven conmigo! ¡Vamos a contar!

 
Lorena Carvajal - Wally Cuentacuentos

1 comentario:

  1. Hola Lorena
    Que gusto de encontrarte y de saberte cuenta cuentos, que lindo te felicito
    Espero nos encontremos en algun cuento
    un beso
    John David Joui

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